TRECE VERTICAL

TANYA ESTÁ YA EN LA ACADEMIA. SIN EMBARGO, CUANDO LA SEÑORITA ALICIA MARCA EL RITMO EN VOZ Y CON PALMADAS, TANYA NO OYE MÚSICA ALGUNA, SE EQUIVOCA Y TROPIEZA A CADA PASO, NO PUEDE BAILAR. A TANYA LE GUSTA BAILAR EN LA PRADERA, JUNTO AL RÍO, SIGUIENDO SU PROPIA MÚSICA. Y ALLÍ, BAILANDO CON BÁRBARA, SU OSITA, DESCUBRE DE REPENTE LO QUE TIENE QUE HACER PARA CONVERTIRSE EN UNA VERDADERA BAILARINA. EN ESTE LIBRO, DE LA MISMA SERIE QUE BAILA, TANYA, DE PATRICIA LEE GAUCH, SATOMI ICHIKAWA VUELVE A CAPTAR LA ALEGRÍA Y LA PASIÓN DE LA PEQUEÑA TANYA CUANDO DANZA AL COMPÁS DE SU PROPIA...

"A Roc le encantan los libros y las palabras, y un día decide que él escribirá una historia. Pero no sabe qué escribir. No se le ocurre ninguna historia. Su maestro, el pequeño canario, le aconsejará. Roc observa su entorno y encuentra las palabras adecuadas para contar una bella historia."--P. [4] of cover.

Veinte actos de amor y una sala de conciertos. Areúsa y Salomé renacen en una comedia erótico-musical y con el director de orquesta Jan Hanna forman un trío de viajeros que parte y regresa a la sala Nezahualcóyotl habiendo pasado por otras salas de concierto en Nueva York, París, Barcelona, Egipto, Israel. Personajes guiados por la música de Alban Berg desarrollan sus vidas a la manera de una partitura y cada capítulo está medido como un compás musical. En un afán de unir las artes a la manera operística, los museos y la pintura son una presencia inevitable. Las obras de Murillo,...

Jens es un niño con una prometedora inteligencia, que viene al mundo c on la misión de hallar la respuesta a uno de los mayores enigmas que c ontempla la humanidad desde su existencia. Banf es un alocado e intuit ivo doctor que decide estudiar el caso y descubre que Jens alberga en su organismo algo asombroso. Experimenta con el muchacho, dotándole de propiedades fuera de lo común que lo convierten en un ser capaz de de safiar las leyes de la naturaleza. El destino quiere que Dunia, una ch ica misteriosa, traiga consigo un importante mensaje que Jens y Banf n o pueden ignorar.