Reino, Juicio Y Justicia

La señal del cristiano es la santa Cruz. Una señal llena de significado, que proporciona las claves para descubrir la hondura del amor divino, la gravedad del pecado y el sentido del sufrimiento humano. Partiendo de las escenas del Via Crucis y con un estilo directo, el autor escribe en columna para favorecer el ritmo de la reflexión, sin la intención de hacer un poema. Complementan el texto una colección de Sonetos sobre la Pasión del Señor, y la traducción rimada de varios himnos eucarísticos.

El ser humano tiene tendencia natural hacia su creador, como la abeja al panal, la cual está más allá de la razón y de los instintos. Es la convicción no aprendida de que estamos unidos a Dios, cualquiera que sea la idea que de Él tengamos. Nos experimentamos pequeños y desvalidos frente a su infinitud y poder, y esto nos induce a depender y caer, aferrándonos a la idea de que El Señor está obligado a proporcionarnos todo lo que necesitamos. Pero, Dios nos creó a su imagen y semejanza, igualitos a Él en su substancia y cualidades y nos dio los elementos necesarios para poderlo...

�Oposici�n! Es inevitable en cualquier b�squeda que vale la pena. Jes�s incluso prometi� desaf�o en el camino de la fe, "En el mundo tendr�is aflicci�n; pero confiad, yo he vencido al mundo." (Juan 16:33). Nos asombramos un poco al escuchar estas palabras de Jes�s - has vencido, pero �y yo qu�'. No siempre se siente como si yo estuviera venciendo. Davis explica que un aspecto clave de ser un vencedor para el seguidor de Cristo es la noci�n de autoridad espiritual. Viviendo en un mundo que est� arraigado en el poder, los seguidores de Cristo son desafiados diariamente ...

¿Qué pasaría si solo te quedara un mes de vida? ¿Qué harías para que el resto de tu vida realmente importara? ¿Qué es lo que te impide vivir de ese modo ahora mismo? Un mes de vida te presentará el desafío de abrazarte a la vida que Dios te confió, de vivirla momento a momento, con toda autenticidad, de corazón. Cada uno de los capítulos de este libro único te dará el poder de centrar tu atención en ser todo lo que Dios ha creado en ti: alguien con pasión, que vive plenamente, que no tiene nada que lamentar.