Luli Pampín y el poder de la imaginación

Cada noche, antes de irse a dormir, Enid Blyton le leía cuentos a su hija Gillian. Algunos tratan de animales, otros de duendes y magia, otros de juguetes. Cuentos que han divertido a generaciones de lectores y que siguen atrapando a los niños de ahora.

Esta novela histórica se publicó por primera vez en 1850 y comienza con el linchamiento del primer ministro holandés, Johann de Witt, y su hermano, Cornelis, por un grupo que, en apariencia, no comulga con sus políticas de estado. La trama se centra en los once meses posteriores al asesinato, cuando en la ciudad de Haarlem se celebra un concurso que busca a quien pueda cultivar un tulipán negro.

Tras los incidentes ocurridos en la otra Gaia, y lo que Ángel, Lilian, Catherine y Razaiel aprendieron y descubrieron, sus actitudes ante el mundo y lo que les rodea, ha cambiado notablemente. Ahora todos ellos mucho más unidos y compenetrados con lo que tienen que hacer, están más dispuestos que nunca a enfrentar todo lo que encuentren, usando cuanto tienen para seguir delante. Habiéndose adentrado en la tierra prohibida de los Grifix, una nueva etapa en su búsqueda comienza, y como era de esperar, no estará libre de problemas y situaciones que encarar.

Existió un mundo en el que vivían hombres y seres fantásticos y sobrenaturales. Había bosques frondosos con árboles llenos de pájaros, dragones, duendes, elfos, gnomos y hadas. Sucedían allí hechos mágicos y extraordinarios. De eso tratan estos cuentos: una niña que se hace amiga de un ruiseñor que acaba salvándole la vida; un hada que envidia la vida de los hombres y que ocupa el cuerpo de una niña muerta, haciendo así feliz a su madre; un labrador que encuentra en una cestita a la hija que había deseado... Todas estas historias ocurren porque, como dice Gustavo Martín Garzo, ...