Esther Tusquets nació el 30 de enero de 1936 en Barcelona, España. Fue una escritora, editora y traductora muy influyente en la literatura española contemporánea. Su vida y su obra están marcadas por un profundo compromiso con la cultura y la feminidad, lo que la convierte en una figura destacada en el panorama literario español.
Tusquets creció en una familia de clase media. Su padre era un médico y su madre, una ama de casa, lo que le permitió disfrutar de un ambiente académico y cultivado desde temprana edad. A lo largo de su infancia y adolescencia, desarrolló un amor por la lectura que la acompañaría a lo largo de su vida. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona, donde se especializó en la literatura contemporánea y la crítica literaria.
Además de su carrera como escritora, Tusquets tuvo una destacada trayectoria en el mundo de la publicación. Fundó su propia editorial, Editorial Lumen, en 1966, donde promovió obras de diversos autores, tanto españoles como internacionales. Esta editorial se caracterizó por su catálogo de obras arriesgadas y de gran calidad, convirtiéndose en un referente en el mundo editorial español. Al mismo tiempo, Tusquets mantenía un férreo compromiso con la literatura femenina, lo que la llevó a impulsar la publicación de autoras que, en muchos casos, no contaban con el reconocimiento que merecían.
En 1970, publicó su primera novela, El mismo mar de todos los veranos, que recibió una buena acogida por parte de la crítica y el público. Esta obra explora temas como el amor, la soledad y el paso del tiempo, elementos recurrentes en su trayectoria literaria. A lo largo de su carrera, publicó numerosas novelas, cuentos y ensayos que consolidaron su reputación como una de las voces más auténticas de la literatura española. En sus obras, Tusquets aborda con sutileza y profundidad los conflictos emocionales, las relaciones humanas y, en particular, la condición femenina.
En 1975, publicó La plaza del Diamante, una novela que se convertiría en un clásico de la literatura catalana. La historia sigue a una joven llamada Natàlia durante la Guerra Civil Española y estudia el impacto de la guerra en su vida cotidiana. El libro fue muy bien recibido y ha sido traducido a varios idiomas, consolidando la obra de Tusquets en la esfera internacional.
Esther Tusquets también exploró la poesía y el ensayo, publicando obras que reflejan su visión crítica sobre la literatura y la sociedad. A lo largo de su vida, participó en numerosos encuentros literarios y conferencias, donde defendió la importancia de la voz femenina en la literatura y la necesidad de visibilizar las experiencias de las mujeres. Su compromiso con la igualdad de género se traduce en su obra y en su labor editorial.
Además de su actividad literaria, Tusquets fue una defensora de los derechos humanos y de la cultura en general. Fue miembro activo de diversas organizaciones culturales y educativas, promoviendo el acceso a la literatura en contextos desfavorecidos. Su incansable trabajo por la literatura y la cultura le valió numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio de Honor de las Letras Catalanas en 1994 y el Premio Nacional de las Letras Españolas en 2005.
A lo largo de su vida, Esther Tusquets enfrentó abiertamente su cáncer, convirtiéndose en un ejemplo de fortaleza y determinación. Su lucha contra la enfermedad fue también un tema recurrente en sus últimas obras, en las que reflexionó sobre la vida, la muerte y el legado que deja un escritor. A pesar de sus problemas de salud, continuó escribiendo y publicando hasta sus últimos días.
Esther Tusquets falleció el 23 de diciembre de 2018 en Barcelona, dejando un legado literario rico y diverso. Su obra continúa siendo objeto de estudio y admiración, y su influencia en la literatura contemporánea sigue vigente. Tusquets es recordada no solo por su excepcional talento como escritora, sino también por su incansable trabajo en pro de la literatura, la cultura y los derechos de las mujeres.
En resumen, la vida de Esther Tusquets se entrelaza con su obra, marcada por un compromiso profundo con la literatura y la justicia social. Su contribución a la literatura española, especialmente en lo que respecta a la voz femenina, es incontestable y su legado perdurará en el tiempo.