La teoría literaria ante la narrativa actual

TENOCHTITLAN Hablan los Ancestros, es una novela basada también en hechos reales, que narra la forma en que se obtuvieron los datos de una cultura milenaria, en la cual se desarrollaron los más altos conocimientos sobre el ser humano existida en esta raza Aria. Información de alto valor que demuestra el nivel que esos seres obtuvieron como cultura y sociedad, para verlos como una utopía cumplida. Donde Tenochtitlan fue el artífice de su total caída, sumándose a la destrucción provocada por la invasión española quienes borraron todo rastro de su existencia.

El gatito, la pequeña jirafa, el potro y la mariquita se esconden tras las cubiertas de estos libros ilustrados con fotografías espléndidas y textos cuidados que nos descubren todos sus secretos, desde que nacen hasta que son adultos. Cómo comen y dónde duermen o qué razas hay son sólo algunas de las cosas que los pequeños lectores aprenderán con estos libros.

La guerra ha terminado y poco a poco el miedo y la tristeza van desprendiendose de los corazones. Los ninos suenan con el regreso de sus padres y madres, enviados a luchar muy lejos de casa. Pero el protagonista de este nuevo album ilustrado de Rino Alaimo no quiere dormir. Pasa las noches mirando el cielo esperando a que cruce una estrella fugaz. Esta convencido de que si se lo pide a una de esas preciosas luces brillantes, su papa volvera sano y salvo. Como una estrella fugaz es una emotiva historia, cargada de esperanza, que transmite a los pequenos lectores que no hay nada que no pueda...

"Me llamo Cande Lumbreras y tengo diez años. Cuando me preguntan qué quiero ser de mayor, siempre respondo: "Detective privado, como mi padre." Has acertado: mi padre es el famoso Justino Lumbreras. Ahora ya puedo decirlo, porque después de resolver el caso del robo en la biblioteca de la baronesa Von Bitter pasó de ser un detective más a ser le mejor. Por eso lo contrataron para resolver el misterio de un fantasma que robaba cuadros. Por suerte, mi padre contaba con la ayuda de su hija pequeña, es decir, yo, y de mis amigos Eduardo y Lucía. La cosa sucedió así: un buen día en la...