Al caer la noche

A la deriva es una aventura explosiva y original, pero, al tiempo, una novela policíaca y una historia de traiciones y lealtad. Una novela apasionante que invita al lector a ir un poco más allá en su lectura. En la tranquila isla de Lanzarote la policía suele investigar pocos casos de asesinato. Pero un día se encuentra a un matrimonio degollado en su cama. Ambos eran científicos, entregados a la investigación y a una vida pacífica y solitaria. Pocos días antes de su muerte habían convocado a seis expertos para presentarles los resultados de sus investigaciones. Su hallazgo dejó...

Una ambiciosa edición que reúne todos los cuentos de Rafael Sánchez Ferlosio. Las ocho piezas reunidas en este volumen constituyen la práctica totalidad de la narrativa breve de Rafael Sánchez Ferlosio, excepción hecha de unos pocos relatos primerizos que el autor nunca ha consentido volver a publicar. No se incluyen aquí fragmentos ni pecios, sino únicamente relatos, fábulas y cuentos propiamente dichos, escritos a lo largo de más de medio siglo. Si los primeros se hallan en la estela de El Jarama, los más recientes establecen sutiles y a veces sorprendentes conexiones con los...

Una prueba de amor CHARLENE SANDS Mia D'Angelo quer'a averiguar si el padre del bebé de su difunta hermana podr'a ser un buen padre. Cuando localiz- a Adam Chase, todos sus planes se vinieron abajo y empezaron a salir juntos. El multimillonario no tard- mucho en darse cuenta de que Mia guardaba un secreto sobre la hija que él no sab'a que ten'a. ÀPod'a ese hombre retra'do llegar a confiar en Mia después de que lo hubiese enga-ado? ÀY en s' mismo cuando estaba con esa mujer incre'blemente sexy?

En esta obra el poeta nicaragüense narra diversas historias con su ya inconfundible estilo de escritura. Fragmento: «Hace poco más de un año nos hallábamos en mi habitación, en un hotel de París, cerca de la Bolsa, el poeta Maurice Duplessis, porta-estandarte de la escuela romana; el simpático y sutil Kreutzberger, a la sazón crítico literario de La Cocarde, y Enrique Gómez Carrillo, cuyo nombre es bien conocido por los lectores de La Nación. Charlábamos amistosamente, fabricando cada cual su grog, cuando apareció en la puerta la cabeza moruna de Alejandro Sawa, el escritor...