Quiero mi final feliz
¿Enamorada de su vecino, el bombón insufrible? Imposible.Andrea es demasiado práctica para creer en el amor romántico. Además, gracias a su trabajo como psiquiatra en un hospital, ha visto todas las clases de locuras que se hacen por el tan mentado amor. Por eso, cuando empieza a presentar los síntomas ni siquiera es capaz de diagnosticarse a sí misma: nerviosismo, taquicardia, balbuceos...¿Enamorada ella? Por supuesto que no, es solo el malestar y el cabreo que le provoca Mario, su vecino. Puede que sea el hombre más atractivo que ha visto en mucho tiempo, pero eso no lo libra de...